Históricamente el fútbol ha sido un elemento fundamental en lo que refiere al afianzamiento de la nacionalidad uruguaya y a la proyección internacional de la imagen de Uruguay como país, en los comienzos del siglo XX.[1]
Uruguay es uno de los equipos más exitosos en el mundo, ya que conquistó 20 competiciones oficiales reconocidas por la FIFA, récord a nivel mundial en las selecciones mayores. Se trata de 2 ediciones de la Copa Mundial de Fútbol, 2 ediciones de los Juegos Olímpicos cuando eran protagonizados por selecciones mayores, 15 ediciones de la Copa América y el Mundialito. Fue la primera selección, junto a la Argentina, en jugar un partido internacional fuera de las Islas Británicas, el 16 de mayo de 1901 en Montevideo, con triunfo argentino por 3-2.[2] En aquel cotejo, Frank Chevallier Boutell, el presidente de la Argentine Association Football League hizo de juez de línea. Un antecedente indica que habría otro partido anterior, aunque no con las selecciones de cada país, sino con selecciones de cada capital, Buenos Aires y Montevideo, el 15 de agosto de 1889, donde dos equipos representativos de las capitales de ambos países se enfrentaron en conmemoración de los 70 años de la reina Victoria de Inglaterra. Supuestamente el partido tuvo lugar en el llamado New Ground de La Blanqueada y terminó con triunfo del conjunto de Buenos Aires por 3 a 0 al conjunto de Montevideo.[3]Su gloriosa marca sería conocida como "La Celeste" desde su primer victoria internacional en Montevideo el 15 de agosto de 1910 por 3-1 en el primer partido en el que empleó su camiseta celeste, adoptada como emblema nacional en reconocimiento al triunfo que poco antes había conseguido el River uruguayo ante el poderoso Alumni porteño por 2 a 1 con esos mismos colores.[4]
Posteriormente, la selección uruguaya sería la primera campeona del continente derrotando a los argentinos en la final de la Copa América 1916, disputada en la ciudad de Buenos Aires.
A nivel mundial Uruguay comenzó a destacar tempranamente cuando alcanzó las medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928. La Selección uruguaya deslumbró en Europa con sus presentaciones olímpicas y se ganó la admiración y el respeto del universo deportivo, colocando al fútbol sudamericano en el más alto plano de consideración en una época en que dicho continente era aún ignorado en el mapa internacional del fútbol.[5] Durante 76 años Uruguay fue el único país sudamericano en ocupar el máximo sitial olímpico, honor actualmente compartido con la Argentina que desde Atenas 2004[6] es medalla de oro, repitiendo el logro en los últimos juegos de Pekín 2008. La diferencia es que desde 1930 los títulos olímpicos del fútbol no valen un campeonato del Mundo como aquellos. Por eso Uruguay se reconoce a sí mismo como tetra-campeón del Mundo, y de ahí el motivo de las cuatro estrellas en el escudo de su camiseta.
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